Con el paso de los años y por diferentes motivos personales, familiares o ambientales, aparecen cambios en los rasgos faciales y corporales que en muchos casos se consideran como estigmas del envejecimiento.
En otras ocasiones muchas personas desean cambiar algún aspecto de su anatomía al considerarlas desproporcionadas por aumento o falta de tamaño, o porque simplemente no armonizan con la idea personal de belleza que se tiene. Cualquiera que sea la motivación, el concepto de la imagen corporal que se tenga; juega un papel trascendental en el bienestar de las personas, sus relaciones y su desarrollo social.